martes, 23 de diciembre de 2014
AFRICANUS EL HIJO DEL CONSUL. Santiago Posteguillo.
Diciembre 2014.
Novela Històrica. Excelente.
Africanus el hijo del cónsul es la primera novela del escritor español Santiago Posteguillo y con ella inicia la trilogía dedicada a la figura del estadista y militar romano Publio Cornelio Escipiòn el Africano vencedor de Aníbal. En esta primera parte se narra la infancia y juventud de Escipión, desde poco antes de su nacimiento hasta que conquista Cartago Nova.
-... Retirarse para atacar màs adelante, en mejor ocasión, no es un deshonor...
-... La guerra debe emprenderse de tal manera que parezca que sòlo se busca la paz...
- ... Sin embargo, los saguntinos se habían mostrado incorruptibles, inflexibles, intrépidos. Por eso los admiraba màs que a ningún otro pueblo de Iberia. Por eso tuvo que destruirlos por completo. No se sentía orgulloso...
-... Con el miedo se puede conseguir muchas cosas, se puede conseguir todo. El miedo en la gente, hábilmente gestionado puede darte el poder absoluto. La gente con miedo se deja conducir dócilmente. Miedo en estado puro es lo que necesitamos...
- ... A veces tienes algo bueno, puede que no el sueño de tu vida, pero algo bastante bueno para ti y no sabes valorarlo, reconocerlo.
- ... Su hijo Publio debía ganarse ahora la amistad. Eso no se puede ordenar. Se manda sobre las acciones pero no sobre los sentimientos.
- ... El miedo, recuérdalo, administrado sabiamente es la mejor de las armas, especialmente para manipular a un pueblo inculto e influenciable.
-... Hay que traducir el espíritu de las palabras, no las palabras mismas.
-... Menospreciar al enemigo es el camino de la derrota.
-... Las legiones habían empezado a desconfiar de su general y, cuando un magistrado de Roma no posee la fe ciega de sus hombres, aunque estos le sigan, es difícil conseguir la victoria.
-... Una vez que alguien ha roto una norma cree que todas las tradiciones y todas las leyes pueden quebrarse a su favor y adecuarse a sus necesidades.
- ... Quizà había sido injusto al juzgar a alguien por su condición: es igual de injusto despreciar al pobre por pobre, como menospreciar al rico por el mero hecho de haber nacido siéndolo...
-... Una batalla se puede ganar con el corazón, pero una guerra sòlo se puede ganar con la cabeza.
-... Lo que desconicia era que aquel joven general que cabalgaba a su lado estaba decidido primero a transformar el presente y luego a interferir en el futuro.
-... Catòn percibió que la juventud era capaz de mayores crueldades que las tropas veteranas.
-... Un hombre vale por dos o incluso por tres cuando combate defendiendo su hogar, su casa, su pueblo, su familia.
-... Eran un equipo. No importaba quien empezara o terminara el combate, lo sencial era ganar, la victoria era de toda la legiòn.
-... Te has ganado la lealtad. Eso no tiene precio.
-...
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